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Errores frecuentes en declaraciones trimestrales y cómo evitarlos

La declaración trimestral es una de las obligaciones más importantes para autónomos y pymes en España. Cada tres meses, empresas y profesionales deben presentar a la Agencia Tributaria los impuestos correspondientes a su actividad. Aunque el proceso puede parecer rutinario, lo cierto es que es habitual cometer errores que pueden derivar en sanciones, recargos o simplemente en pérdida de tiempo y dinero.

En este artículo repasamos los errores más comunes en la declaración trimestral y te damos consejos prácticos para evitarlos.

En este artículo te explico qué es, qué beneficios aporta y cómo elegir la solución adecuada para tu empresa.

1. Presentar la declaración fuera de plazo

Uno de los errores más habituales es olvidar las fechas límite para presentar la declaración trimestral. La Agencia Tributaria establece plazos muy concretos que deben cumplirse cada trimestre:

  • 1º trimestre (enero – marzo): hasta el 20 de abril

  • 2º trimestre (abril – junio): hasta el 20 de julio

  • 3º trimestre (julio – septiembre): hasta el 20 de octubre

  • 4º trimestre (octubre – diciembre): hasta el 30 de enero del año siguiente

Si se presenta fuera de plazo, la Agencia Tributaria puede aplicar recargos que van del 1% al 20%, dependiendo de cuánto tiempo haya pasado.

Cómo evitarlo: utiliza un calendario fiscal actualizado y activa recordatorios en tu agenda o software contable.

2. No cuadrar el IVA soportado y el repercutido

Otro error frecuente en la declaración trimestral del IVA es no tener bien registradas las facturas de compras y ventas. El IVA soportado (lo que pagas en tus gastos) debe compensarse con el IVA repercutido (el que cobras a tus clientes).

Si hay facturas que no se contabilizan correctamente, la liquidación saldrá mal y tendrás discrepancias con Hacienda.

Cómo evitarlo: concilia tus facturas cada mes, no esperes al final del trimestre. Usar un software de facturación que importe automáticamente tus gastos ayuda a reducir errores.

3. Confundir modelos tributarios

Dependiendo de tu actividad, deberás presentar distintos modelos junto con la declaración trimestral:

  • Modelo 303: IVA trimestral

  • Modelo 130: pagos fraccionados de IRPF para autónomos en estimación directa

  • Modelo 131: para autónomos en módulos

  • Modelo 111: retenciones de trabajadores y profesionales

  • Modelo 115: retenciones de alquileres

Muchos contribuyentes cometen el error de presentar solo un modelo cuando en realidad están obligados a presentar varios.

Cómo evitarlo: revisa tu situación fiscal con tu gestor o en la web de la Agencia Tributaria antes de cada trimestre.

4. Incluir gastos no deducibles

En la prisa por pagar menos impuestos, algunos autónomos incluyen gastos que no son deducibles en su declaración trimestral. Por ejemplo: ropa personal, comidas no justificadas o viajes que no están vinculados a la actividad profesional.

Hacienda suele ser muy estricta con este tema y, en caso de inspección, puede exigir la devolución del IVA deducido más sanciones.

Cómo evitarlo: asegúrate de que todos tus gastos estén directamente relacionados con la actividad y conserves la factura correcta (no sirven tickets simples).

5. Errores de cálculo y descuadres en la contabilidad

Otro error habitual es introducir importes mal sumados o facturas duplicadas. Aunque parezca un detalle menor, puede provocar un resultado equivocado en tu declaración trimestral.

Cómo evitarlo: lleva un control contable organizado y revisa los cálculos antes de presentar el modelo. Si usas Excel, duplica la revisión; si usas un ERP o software contable, confía en la automatización para minimizar fallos.

6. No presentar declaración aunque no haya actividad

Muchos autónomos piensan que si no han tenido ingresos ni gastos, no necesitan presentar la declaración trimestral. Esto es falso: en la mayoría de los casos, la obligación sigue existiendo aunque no haya actividad.

Cómo evitarlo: incluso si tu trimestre ha estado en “cero”, presenta los modelos en plazo con resultado negativo o sin actividad.

7. No revisar los datos antes de enviar

Puede parecer obvio, pero un error de transcripción en el NIF, en las bases imponibles o en el número de facturas puede hacer que Hacienda rechace la declaración o la considere incorrecta.

Cómo evitarlo: dedica unos minutos finales a revisar todos los datos antes de confirmar el envío.

La declaración trimestral es una obligación que no se puede tomar a la ligera. Presentarla mal o fuera de plazo puede suponer recargos y sanciones innecesarias. Con organización, herramientas adecuadas y una revisión cuidadosa, la mayoría de errores pueden evitarse fácilmente.

Si quieres simplificar tus trámites, lo más recomendable es contar con un software de gestión o con una asesoría que te acompañe en cada presentación. De esta forma, ganarás tranquilidad y evitarás problemas con Hacienda.