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VeriFactu y SII: Claves para entender ambos sistemas fiscales

En el entorno fiscal español, la digitalización y el control en tiempo real han impulsado sistemas como verifactu y SII, que mejoran la gestión y trazabilidad de las facturas. Aunque ambos comparten el objetivo de luchar contra el fraude fiscal, el sistema de verifactu y SII presenta diferencias clave que conviene conocer para una correcta adaptación.

A continuación, te explicamos qué es el sistema de verifactu y SII y cuáles son las principales diferencias entre ambos modelos.

verifactu y SII

¿Qué es Veri*Factu y qué es el SII?

Veri*Factu es un sistema obligatorio de verificación y trazabilidad de facturas en tiempo real. Su finalidad principal es garantizar que las facturas son íntegras, inalterables y completamente trazables, evitando el uso de software que permita manipular la información, lo que ayuda a combatir el fraude fiscal.

SII (Suministro Inmediato de Información) es un sistema electrónico para el envío casi en tiempo real de los libros de IVA, tanto de facturas emitidas como recibidas. Su objetivo es modernizar la gestión del IVA, permitiendo a la Agencia Tributaria un control más inmediato de las transacciones y eliminando la necesidad de presentar ciertas declaraciones tradicionales, como el modelo 347 o el 390.

Base legal y ámbito de aplicación

Veri*Factu está respaldado por la Ley 11/2021 contra el fraude fiscal y regulado por el Reglamento Veri*Factu (R.D 1007/2023). Su obligatoriedad comenzará a partir del 1 de enero de 2026 para todos los empresarios y profesionales que utilicen sistemas informáticos para facturar, excepto quienes ya están obligados al SII.

SII se rige por el Real Decreto 596/2016 y normativas posteriores, vigente desde 2017. Está dirigido principalmente a grandes empresas (con facturación superior a 6 millones de euros), grupos de IVA y empresas inscritas en el REDEME (devolución mensual del IVA). Para el resto, su uso es voluntario y se activa tras el periodo de liquidación del IVA.

¿Qué información se transmite y cómo?

En Veri*Factu, las facturas se generan con huellas digitales (hash) y se envían en tiempo real a la Agencia Tributaria si la empresa opta por ser sistema Veri*Factu. Además, las facturas y tickets deben incorporar un código QR que garantice su trazabilidad.

En el SII, se remite en un plazo máximo de 4 días hábiles el detalle de cada factura emitida y recibida, junto con otros libros de registro como bienes de inversión o cobros. En sistemas como ERPCloud, este envío se automatiza dos veces al día.

Formatos técnicos y plazos de envío

Veri*Factu requiere software capaz de generar registros inalterables en formatos como XML o JSON, y la remisión puede ser en tiempo real tras la emisión.

SII funciona mediante servicios web que envían archivos XML a través de la sede electrónica de la AEAT, con un plazo de hasta 4 días hábiles para el envío.

Modificación y conservación de facturas

Veri*Factu no permite modificar registros una vez enviados. Si existe un error, debe emitirse una factura rectificativa.

SII permite rectificar información ya remitida, siempre cumpliendo con los requisitos formales establecidos.

En cuanto a la conservación, Veri*Factu exige mantener la trazabilidad con acceso remoto para la AEAT, mientras que el SII elimina la necesidad de llevar libros físicos, pues los libros electrónicos se almacenan en Hacienda.

Multas y sanciones por incumplimiento

No usar software conforme a Veri*Factu puede acarrear multas de hasta 50.000 € y un 0,5% de ingresos anuales por no conservar registros.

En el SII, las sanciones se aplican por retrasos o errores en el envío, con un 1% del importe de la factura, con un mínimo de 150 €.

Ventajas principales

Veri*Factu destaca por garantizar la integridad y trazabilidad en tiempo real de las facturas, lo que supone un avance importante en la lucha contra el fraude fiscal y una mayor seguridad para las empresas.

Por su parte, el SII ofrece la ventaja de generar automáticamente borradores de los libros de IVA y elimina la obligación de presentar ciertos modelos como el 347, lo que simplifica considerablemente la gestión administrativa y fiscal.

Entender estas diferencias es clave para que las empresas puedan adaptarse correctamente a las nuevas obligaciones fiscales y evitar sanciones.